La evolución de la trama internacional de la guerra de Siria y la posibilidad -cada vez más probable- de que finalmente no se produzca una intervención militar animaron hoy al euro, que se apreció con fuerza en la negociación europea.

La moneda común subió en el mercado de divisas de Fráncfort (Alemania) y a las 15.00 horas GMT se cambiaba a 1,3300 dólares, frente a los 1,3265 dólares a que se negociaba ayer a esa misma hora.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el tipo de cambio de referencia de la divisa común en los 1,3268 dólares.

El progresivo enfriamiento de la controversia global sobre una implicación exterior en la guerra civil siria -debido a la aceptación por parte de Damasco del plan para destruir su arsenal químico- ha ayudado al euro, según los expertos.

Los analistas temían que un ataque internacional a Siria liderado por EEUU -y con la explícita oposición de Rusia- provocase un fuerte repunte del precio del petróleo, entre otras distorsiones, que podría dañar la economía del continente, de por sí en una situación delicada.

Damasco se ha plegado al plan de desarme propuesto por Moscú y la comunidad internacional le ha exigido como primer paso al régimen del dictador sirio Bashar al Asad que ratifique la convención internacional sobre armas químicas.

La divisa común ignoró en gran medida los problemas políticos de la eurozona, como el peligro de una crisis de Gobierno en Italia, las dificultades lusas para reducir el déficit y la maltrecha situación económica de Francia, la segunda mayor economía de la Unión Económica y Monetaria.

El euro osciló hoy en una banda amplia, entre los 1,3246 y los 1,3313 dólares.